sábado, 21 de agosto de 2010

Cayendo

Si, del lado que me toca de la cama solo esta la pared


Puede ser plana, amarilla, de color rosa talvez

Recostada solo puedo ver su color, sentir su textura…



De tu lado se que hay mas…

Esta la mesita de noche, la TV y esa gran ventana. Desde allí la calle,

La gente, sus vidas…



Sucede que de mi lado recostada solo veo la pared

Del otro lado estas tú a veces mirándome dormir, otras sonriéndome, amándome

A veces solo hay una almohada y el frío entrando por la ventana que sueles dejar abierta cuando te vas…



Dime ¿que hay después de la ventana?



Yo te he contado lo que dibujo en la pared, lo que escribo con letras pequeñas en ella,

Tú me has visto golpearla, tumbarla.



Yo no se que guardas en tu mesa de noche, no se que ves en la TV,

No conozco ese mundo después de tu ventana...



Por el hueco de mi pared veo una ciudad enorme y mucho ruido

Me siento sobre la cama para ver, para descifrar el ruido…

Me pongo de pie olvidando que estoy en una parte muy alta,

tropiezo y caigo sobre la ciudad.



No conozco la ciudad, no se el camino a casa

Solo miro hacia arriba…veo el forado de la pared, las sabanas volando

Vuelvo a mirar de rato en rato buscando tu rostro, tu voz, mi nombre…



La ciudad es tan grande, nadie sabe como se llama y trato de recordar el nombre de la ciudad

que esta después de tu ventana… no lo recuerdo, creo que jamás me lo dijiste.


Las nubes cubren nuestra montaña y hacia arriba ya no se ve nada…empieza a llover

Busco refugio y me consuelo creyendo que cuando llegues a casa y no me encuentres

miraras el forado y vendrás por el a rescatarme, a llevarme de nuevo a nuestra casa.



Todos los dìas grito tu nombre, palomas mensajeras viajan hasta la montaña con mensajes atados a sus patitas…pasa el tiempo y ninguna de ellas regresa y mi voz se hace ronca…tal vez no vienes por eso; porque no reconoces ya mi voz.



¿Y si esta ciudad es la misma que se ve desde tu ventana? ¿Y si estas cerca de mi?



Me confundo entre la gente, busco en sus rostros el tuyo, me interno en la ciudad convencida que estas aquí, tal vez nos encontremos por alguna calle y al mirarme frente a frente por fin recuerdes quien soy yo.



Estoy cansada…hambrienta…
Por fin un árbol…dormiré bajo su sombra.

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